Este 8 de junio se celebra el Día Internacional de la Falsificación y según las estadísticas actualizadas del Poder Judicial, para el 2014 se presentaron 882 denuncias por fraude informático en el país; esto demuestra la realidad de muchos costarricenses que caen en engaños y pierden sus ahorros en segundos. Ante esta situación la Oficina del Consumidor Financiero (OCF) alerta a los consumidores financieros para que puedan hacer un uso seguro de sus cuentas a través de internet.
Si bien internet es un canal eficiente para manejar los productos financieros, a través del uso de la plataforma de banco en línea o internet banking, sobre todo para realizar transacciones en tiempo real sin necesidad de acudir a una sucursal; también es cierto que existen riesgos asociados, por lo que el consumidor debe ser cauteloso al utilizarlo.
“El consumidor nunca debe ingresar a la página de su banco a través de hipervínculos, mucho menos aquellos que provengan de correos electrónicos, ya que usualmente se trata de mensajes fraudulentos. El consumidor debe digitar personalmente la dirección web de su banco”, destacó Willy Carvajal, director de la Oficina del Consumidor Financiero.
Adicionalmente, el debe verificar que la barra de navegación comience con “HTTPS” y no “HTTP”, pues la “s” al final, le otorga un mayor nivel de seguridad al sitio web. Por otra parte, debe aparecer la imagen de un “candado” en la dirección electrónica, lo que significa que los datos serán descifrados sólo por la entidad bancaria.
Otro consejo esencial es no realizar transacciones bancarias si está conectado a redes inalámbricas en lugares públicos, ni mucho menos utilizar computadoras de uso público o masivo, ya que se desconoce el nivel de seguridad de las redes y el tratamiento de nuestros datos. En todo caso, se debe verificar que la computadora cuente con herramientas de seguridad tales como “antivirus”, “anti-Spyware” o “Firewall”, por ejemplo.
Una vez que se ingresa a la página del banco, no debe guardar la contraseña, aun cuando el navegador lo solicite o recomiende; se recomienda digitarla cada vez que se accede a la banca en línea. Mientras se encuentre conectado a la página del banco, mantener todas las sesiones de mensajería instantánea o programas de telefonía cerrados.
Si aparece un mensaje para descargar programas que no conoce o no ha solicitado, o se le recomienda descargar archivos adjuntos, evitar abrirlos. En estos casos, se recomienda que se eliminen inmediatamente pues pueden afectar la seguridad de las transacciones.
Por otra parte, el consumidor debe cambiar sus claves con frecuencia, que estén conformadas por letras y números y evitar incluir en ellas información personal. Jamás se debe responder a correos electrónicos, atender llamadas telefónicas o responder mensajes de texto en donde soliciten esta información. Reutilizar contraseñas es una práctica muy común en los usuarios, la cual le permite al hacker, incluirlas en bases de datos y volverlas a utilizar durante sus ataques.
Se recomienda además no resguardar usuarios, contraseñas y números de tarjetas de crédito dentro de la misma computadora o el celular, debido a que en caso de estas sean vulneradas, pueden exponer información que facilitará al delincuente informático realizar estafas.
Por otra parte, se debe tener claro que los bancos nunca van a solicitar todos los valores -usualmente números o combinación de letras y números- que aparecen en la tarjeta de seguridad electrónica, por lo general, piden 3 combinaciones, pero nunca su totalidad. Si esto sucede, cierre la página de inmediato y contacte a su banco.
“Otra modalidad usual de fraude es el envío de un correo electrónico en donde se utiliza el logo de un banco, y se indica que debido a un error o por motivos de actualización de datos, la entidad requiere información personal y/o contraseñas del consumidor. En estos casos, no se debe tener ninguna duda que se trata de un intento de fraude, pues los bancos nunca requieren información de esta naturaleza por estos medios ni mucho menos solicitan contraseñas”, destacó Carvajal.
Una vez terminadas las consultas o transacciones, asegúrese de cerrar su sesión, con lo cual, nadie podrá acceder a sus cuentas bancarias. Además se recomienda que el consumidor verifique con regularidad los saldos y movimientos de sus cuentas, lo cual le permitirá identificar anomalías.
Es muy importante además utilizar los controles de seguridad implementados por su institución financiera, los cuales delimitan montos a ser transferidos por día, informan sobre cualquier movimiento en sus cuentas, e incluso algunos requieren de la matricula previa de cuentas previo a realizar transferencias. Dichos controles en definitiva le ayudaran a proteger su dinero. Comuníquese con su institución bancaria y solicite validar dichos controles.
Finalmente, es importante que los consumidores aprendamos a denunciar. Si recibe correos electrónicos, mensajes o llamadas de esta naturaleza, debe reportarlos de inmediato al banco y así evitar que el fraude pueda afectar a cualquier otra persona.